La congelación del suelo se conoce con varios nombres, como congelación del suelo, congelación del terreno o congelación del nitrógeno. Se utiliza principalmente para estabilizar y sellar el suelo como medida temporal. La congelación del suelo se utiliza principalmente cuando, debido a las condiciones locales o a las condiciones desfavorables del suelo, los métodos convencionales de consolidación y sellado del suelo tienen poco o ningún éxito. La congelación del suelo es, por tanto, una medida de seguridad para evitar la entrada de tierra o agua y los daños resultantes. El método se utiliza principalmente para

• Medidas de sostenimiento y sellado
• Excavación de pozos de construcción
• Construcción de túneles
• Construcción de túneles e ingeniería civil especial
• Excavación y retirada de suelos contaminados (saneamiento de emplazamientos contaminados)
• Construcción en edificios existentes
• Estructuras con condiciones marco complejas
• Accidentes y emergencias
• Medidas de estabilización complejas de difícil acceso a nivel local

se utilizan. Se trata de un proceso muy rápido, químicamente neutro y respetuoso con el medio ambiente en el que el suelo congelado sirve temporalmente como elemento de sellado o estático, en función de los requisitos. Como refrigerante se utiliza nitrógeno líquido (-196 °C) o salmuera (-40 °C). Para obras en las que se prevea un periodo de planificación del proyecto superior a 6 meses, puede ser útil una combinación de ambos métodos (congelación del suelo con nitrógeno líquido y congelación con salmuera).